Se cimbra burbuja morenovallista
La burbuja del morenovallismo está a punto de reventar. La estructura de poder creada por el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas en el estado de Puebla enfrenta sus días más duros desde la implementación de la Ley Bala y la represión en Chalchihuapan en el año 2014.
Basada en la intimidación, el espionaje, la erradicación de la autonomía de los poderes legislativo y judicial, la apropiación de los partidos políticos y órganos electorales, así como en la persecución y, en su caso, encarcelamiento de opositores, el control ejercido por Moreno Valle llegó a compararse con el "avilacamachismo”, una de las etapas más oscuras de la historia de Puebla registrada el siglo pasado, aunque en los hechos, la habría superado.
A ocho años de haber obtenido el poder con la alianza histórica del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), la red de complicidades de órganos e instituciones creada y dirigida por un solo hombre parece destruirse a sí misma antes que reconocer su derrota.
Infranqueable por dentro, la presión tuvo que llegar del exterior para evidenciar el autoritarismo, la opacidad y la falta de democracia con que manejaba el estado, aun ya no siendo gobernado por Moreno Valle. No, al menos, ante la ley.
Las elecciones del 2018 dejaron al descubierto las bases de la estructura y mostraron de manera descarnada su forma de operar, ocupar espacios y validarse a sí misma, como un ente que se regenera cuando pierde una de sus partes.
La advertencia llegó desde arriba, desde el propio presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador: “para nosotros el gobernador electo de Puebla es Miguel Barbosa” ...y la estructura se cimbró, activó sus mecanismos de defensa en espera del embate, pero sin opción a rendirse.
Ésta, es sin duda, la batalla más dura que habrá de librar el nieto del general, sin apoyos externos, sin respaldo popular, sin credibilidad de los órganos internos y con una sarta de actores políticos caídos en el descrédito por su propia causa. Los resultados son previsibles, aunque habrá que esperar "el coletazo" final.
Twitter @mecinas
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