Promesas y recortes, la antesala de 2020
El recorte presupuestal aplicado por el gobierno federal a los municipios de Puebla, puso con un pie en la calle a decenas de personas en los Ayuntamientos, donde la semana pasada, en algunos de ellos, ya comenzaron a solicitar las renuncias de trabajadores de confianza.
Aunque el gobierno estatal refirió que se trataba de cuatro demarcaciones las que podrían enfrentar problemas financieros para el cierre de año, la situación es igual para al menos una veintena de municipios que se quedaron sin, por lo menos, poder solventar sus gastos corrientes, sin contar los pagos por fin de año.
El recorte presupuestal imprevisto por los munícipes, tampoco fue contemplado en las Leyes de Ingresos que aprobó el Congreso del Estado, porque los Ayuntamientos se enteraron de la reducción de sus participaciones cuando las propuestas ya estaban en la puerta del poder legislativo.
De ahí que el arranque de año se prevé severo para los municipios más pobres, donde las arcas municipales esperarán una mayor recaudación de impuestos, sin crear nuevos, sino convenciendo a los contribuyentes a pagar, incluso, cuando la mitad de ellos no lo han hechos en años.
El otro conflicto que se avecina de la mano del recorte en las nóminas municipales, es la lentitud de trámites que hasta ahora eran relativamente sencillos, y esto por la falta de personal para atender a la ciudadanía.
La situación ha generado una inconformidad de un bloque de alcaldes, quienes advierten que los recursos que les quitaron irán a parar a las bolsas de los programas sociales de la Secretaría de Bienestar, la cual temen sea utilizada con tintes políticos de cara al 2021.
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Al término del primer año del sexenio 2018-2024, los municipios del interior del estado siguen a la espera de que #AhoraSí en enero lleguen las obras anunciadas por la 4T y el reparto de beneficios sociales prometidos a todos. Esto, porque a lo largo del primer año de gobierno, en el que han pasado cuatro gobernadores y un encargado de despacho, ninguno pudo concretar obras en las demarcaciones.
Si acaso, el gobierno de Guillermo Pacheco Pulido fue el que mostró en 2019 una preocupación real por evitar el estancamiento del estado, por lo que dejó proyectadas más de 50 obras en la entidad, las cuales se quedaron pausadas o de plano podrían ya no realizarse.
Durante los cuatro meses de Miguel Barbosa en el poder, el diagnóstico de los problemas ha sido una parte fundamental, además de establecimiento de las bases de lo que será su administración en el próximo lustro. Y aunque no se observan proyectos, los alcaldes y los ciudadanos han recibido la promesa de que éstos llegarán…
Twitter @mecinas
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