Periodismo, la frontera entre autoritarismo y democracia
El periodismo en México enfrenta uno de sus momentos más críticos en la historia reciente, pero esto no es el problema de fondo, sino sólo un síntoma de la pérdida de libertades, del debilitamiento de la democracia y de la fragilidad del Estado de Derecho.
En 2022 la organización Artículo 19 documentó 696 atentados en contra de comunicadores en México, que incluyó desde actos de intimidación y hostigamiento, hasta privación de la libertad y asesinatos.
El saldo fue de 12 periodistas asesinados en 12 meses, por lo que es considerado el año más letal para la prensa en México. Eso no es todo, el 40 por ciento de las agresiones fueron cometidas por el Estado.
En Puebla, la red de Periodistas documentó ese mismo año 44 agresiones contra la prensa, de las cuales 28 ocurrieron en Puebla capital, 4 en San Martín Texmelucan, 3 en Juan C. Bonilla, 3 en Tehuacán, 2 en San Andrés Cholula, 2 en Xicotepec, 1 en Pahuatlán y 1 en Tlatlauquitepec.
Destacó el atentado ocurrido la noche del 18 diciembre de 2022 contra Ricardo Carvajal, corresponsal de El Sol de Puebla en Amozoc, luego que desde una camioneta balearan su local comercial ubicado sobre la carretera federal a Tehuacán, cuando las luces internas del establecimiento estaban encendidas y podría creerse que había alguien adentro.
La situación para la prensa en Puebla se agudizó en el arranque de 2023, con 6 agresiones ocurridas en Puebla capital, 1 en Izúcar de Matamoros, 1 en Tehuacán y 2 en San Martín Texmelucan.
Para el cierre de mayo, el saldo es ya de un periodista asesinado en Tehuacán: Marco Aurelio Ramírez, el pasado 23 de mayo, y dos ataques armados (9 de abril y 28 de mayo) en San Martín Texmelucan contra otro corresponsal de El Sol de Puebla, Pedro Alonso Benítez, quien también edita el portal Proyecto 5, un medio regional independiente.
Si bien, la libertad de expresión es sólo uno de los derechos fundamentales del ser humano, sin éste no podrían reconocerse el resto de las garantías individuales, ni alzar la voz cuando cualquiera de éstas fueran pasadas por alto. Es, por ello, el pilar de la democracia y de los derechos humanos.
Sin este derecho, ejercido por excelencia desde el periodismo, tampoco se puede hablar de un modelo de gobierno democrático sino más bien de un autoritarismo o de un gobierno despótico.
Yendo un paso más allá. Si las agresiones a la prensa no llegan desde funcionarios o servidores públicos, sino desde particulares o integrantes del crimen organizado, la situación también es delicada, porque evidencia la incapacidad del Estado.
Estado de Derecho:
De acuerdo con las Naciones Unidas, el Estado de Derecho se puede definir como el “principio de gobierno según el cual todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a unas leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios internacionales de derechos humanos" (ONU, 2004).
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