Mexicanos visten la Navidad con esferas de Chignahuapan, Pueblo Mágico
Esta artesanía da empleo al 80 % de la población quienes durante todo el año se dedican a elaborar las esferas
Chignahuapan, Pue.- Con el constante trabajo de cientos de artesanos poblanos, las familias mexicanas visten su Navidad con esferas de vidrio Chignahuapan, un Pueblo Mágico que se localiza en la Sierra Norte de Puebla.
De acuerdo con la Dirección de Turismo Municipal, esta artesanía da empleo al 80 por ciento de la población, estimada en cerca de 60 mil habitantes, quienes durante todo el año se dedican a elaborar las esferas de vidrio en diferentes formas y tamaños, pues no solo visten a la Navidad, sino también crean diseños para eventos especiales, comerciales o familiares como aniversarios de empresas, bodas, primeras comuniones y más.
La gente de Chignahuapan conoció de esta artesanía gracias al señor Rafael Méndez Núñez, originario de Tlalpujahua, Michoacán, quien llegó al municipio poblano en 1968 en donde vivió, compartió su conocimiento con los pobladores, formó una familia y ahí murió.
Francisco Javier Tirado Saavedra, presidente municipal de Chignahuapan, informó que en esta localidad se cuenta con 407 talleres familiares, que en conjunto al año producen cerca de 70 millones de cajas esferas, las cuales se distribuyen a toda la República Mexicana y a algunas ciudades de Estados Unidos.
La principal casa de producción es El Castillo de la Esfera, un gran taller que empleo al 30 por ciento de los 407 talleres familiares, lo que beneficia a los empleados al contar con un ingreso seguro y con prestaciones de ley.
Durante un recorrido por el Castillo de la Esfera, Notimex conoció los diversos proceso que deben cumplir los artesanos para lograr una esfera de vidrio, lista para adornar el árbol de navidad, una corona para la puerta, el escritorio de la oficina y muchos espacios más para las fiestas decembrinas.
Ángeles Olvera es una guía en esta empresa. Nos explicó que el primer paso para obtener una esfera es el globeo.
Mujeres y hombres frente a un soplete manipulan varillas de vidrio como si fueran chicle hasta obtener un fragmento.
Los artesanos colocan un extremo de este fragmento en su boca y el otro al fuego que está al rojo vivo; con la fuerza de sus pulmones soplan hasta obtener un globo transparente, el cual puede ser de varios tamaños. Entre más sople el artesano, más grande será la esfera.
Después de la etapa del globeo, todas las esferas transparentes pasan al taller de metalizado. Para lograr el tono plateado en las esferas, éstas se colocan en las bases metálicas que les llaman arañas, posteriormente estas arañas las introducen a un carro circular, el cual trabaja con fragmentos de tungsteno y grapas de aluminio.
Ya que el carro esta lleno en su totalidad se coloca en una cámara de vacío donde las esferas pasan por un procedimiento que tarda cerca de 20 minutos, durante ese tiempo se evaporan las grapas de aluminio y así las esferas terminan plateadas con un acabado tipo espejo.
Una vez que termina el proceso, es momento de pasar las esferas al taller de pintura. En esta etapa los artesanos se dedican a darle color a las miles y miles de esferas. De manera manual son sumergidas en una cubeta o tina de pintura, ya sea de manera individual o en grupo; posteriormente son colocadas en las mesas con aserrín para su secado, el cual les toma entre 5 a 15 minutos, gracias al calor que produce el proceso de globeo.
En el taller de decoración, con destreza, paciencia y la ayuda de los pinceles se diseñan totalmente a mano formas caprichosas sobre las esferas. Es esta etapa donde los artesanos echan andar su imaginación y plasman su ingenio en cada una de las esferas, ya sean hojas, flores, grecas, bastones o todo cuanto imagine su mente.
También cuentan un taller de manualidades para colocar piezas de tela u otros elementos que resaltan el diseño de las esferas, como puede ser los lentes de Santa Claus, pelo de ángel, sombreros de tela, fieltro o fomi, lazos, diamantina, brillos, hasta serie de luces led para realzar los diseños.
Siguiendo el recorrido, el cual es abierto al público en general que desee conocerlo, llegamos a la penúltima etapa, se trata del encasquillado y empacado, donde uno por uno de los artesanos colocan los ganchos y el casquillo en las esferas para que éstas puedan colgarse del árbol o de cualquier otro objeto.
“Cuando están listas las esferas pasan al área de empaque; en unas camas de plástico con separadores se protege a las esferas. Estas camas se colocan en cajas de cartón y se cubren con una pantalla transparente para que, una vez guardadas, los compradores vean el producto sin necesidad de tener que manipularlo o corran el riesgo de romperlas”, dijo.
Este año -dijo- los diseños que están de moda son las esferas de unicornios, greench y las esferas en tono pastel. Algunos diseños se complementan con piezas de forjas, madera, y luz, para así innovar con lo hecho el año pasado y que los compradores encuentren algo diferente.
Lo anterior se puede ver a lo largo de las calles del centro de Chignahuapan donde los aparadores lucen esferas de vidrio pintadas, algunas tonos mate, otras más con brillo, figuras con movimiento o musicales, algunas más son réplicas de caricaturas como catrinas, pitufos o picachú.
De igual manera lucen las doradas, las que lucen los logos de equipos de futbol, las que tienen formas de globos o estrellas y cuelgan de los plafones, o las que posan en ángeles de alambre, entre muchas más.
El recorrido concluye al ingresar a la tienda de exhibición, para lo cual se recomienda llenar no solo los bolsillos, sino de paciencia para poder recorrer cada uno de los pasillos de la tienda donde se venden coronas, árboles de herrería, centros de mesa, esferas de todos los tamaños y colores, hasta figuras de ramas secas y naturaleza muerta.
El Castillo de la Esfera cuenta con seis sucursales en Chignahuapan, una tienda en Puebla capital, dos en la Ciudad de México, y una tienda más en Los Ángeles, California, Estados Unidos.
Durante su visita a Chignahuapan se le recomienda visitar la estatua dedicada al comediante Ricardo Henaine “Capulina”, la laguna, la cascada el Salto de Quetzalapan, el balneario de aguas termales, así como la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción.
De acuerdo al alcalde Francisco Javier Tirado, se espera que más de 100 mil visitantes lleguen al Pueblo Mágico, del 7 al 9 de diciembre, por las festividades religiosas en honor de la Inmaculada Concepción.
También se sugiere admirar el árbol de navidad de más de 65 metros de altura y la esfera metálica de más de 10 metros de diámetro que se colocaron en el zócalo de Chignahuapan. Degustar de las cremas y vinos de frutas, los tacos de barbacoa; así como del Desfile del Navidad programado para el 14 de diciembre, a las 18:00 horas.
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