La Reforma Electoral que viene
Con la propuesta de reforma electoral presentada por el Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión se ha abierto una gran reflexión sobre las reglas del juego que definirán la competencia o su ausencia de ella en los próximos años en México, sin entrar en la calificación de si son democráticas, antidemocráticas, progresivas o regresivas y solo analizar las implicaciones de manera inmediata en términos de lo que la Ciencia Política define como diseño institucional.
Aunque Maurice Duverger[i] en la década de los 50 del siglo pasado empezaba a esbozar una causalidad entre el sistema electoral y el número de partidos al decir que un sistema de mayoría tiende a un bipartidismo y uno de representación proporcional conduce a un multipartidismo no lograba explicar plenamente como los partidos políticos podían afectar al propio sistema electoral. Seymour M. Lipset y Stein Rokkan[ii] hacia finales de la década de los 70 argumentaban que el número de partidos no necesariamente dependía del sistema electoral más bien: “Las estrategias de partido, en general, tendrán una influencia decisiva sobre la legislación electoral y optarán por los sistemas de agregación que hagan más probable consolidar su posición” concluían.
En la actualidad, de acuerdo con Josep M. Colomer[iii] en el análisis del diseño institucional, la “direccionalidad de las causas y consecuencias deben ser muy precisas debido a que el mecanismo que puede explicar las relaciones entre las variables estructurales o institucionales típicamente incluye la acción humana con una cierta dirección intencional. “Las decisiones humanas pueden alterar alguna de las variables y convertirla en exógena o independiente” y en el caso de los sistemas electorales y los sistemas de partidos esto es más que evidente.
Desde estas perspectivas tenemos que analizar esta serie de propuestas de Reforma que modifica las instituciones electorales y que busca una mayor concentración del poder bajo el argumento de la reducción de costos. El efecto de transitar a un bipartidismo o por lo menos a una competencia entre dos bloques definida por Duverger, la intencionalidad establecida por Lipset y Rokkan y la direccionalidad en términos de la acción humana mencionada por Colomer se encuentran presentes en la reforma electoral que viene.
Respecto a las denominadas Leyes de Duverger sobre los efectos de los sistemas electorales pueden resumirse en dos: “1) un voto por mayoría con un solo escaño (o curul) conduce a un sistema de dos partidos; 2) la representación proporcional conduce a un sistema multipartidista"[iv]. Entonces, la propuesta de reducir el número de diputaciones plurinominales acercará el sistema electoral a un bipartidismo o un escenario de dos bloques el del Gobierno y el de su oposición, un escenario que se ha configurado en los últimos años y ratificado con los últimos ejercicios como las elecciones de 2021 o el ejercicio de revocación de mandato en abril de este año y más recientemente con la votación de la propuesta de reforma eléctrica en la Cámara de Diputados.
Desde un punto de vista de intencionalidad de influir sobre la legislación electoral como una estrategia de partido para buscar un sistema de agregación que consolide su posición establecida por Lipset y Rokkan, la propuesta de reforma busca la centralización y concentración de la función electoral con la creación de un organismo denominado “Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC)” que no alcanza a vislumbrar otros mecanismos de participación ciudadana, el plebiscito, referéndum entre otros. La desaparición de las autoridades administrativas y jurisdiccionales locales en materia electoral que garantizan la gobernanza y gobernabilidad de entidades federativas con altos niveles de pobreza, desigualdad, corrupción que paradójicamente son aquellas con la mayor concentración de intención del voto del partido que propone la Reforma Electoral. Finalmente, temas que el propio Ejecutivo a través de su partido ha adoptado en su agenda de Gobierno como las instituciones indígenas pierden su esencia misma de autodeterminación y autonomía al centralizarse y definirse en un órgano centralizado y concentrado a nivel nacional. ¿Cómo vislumbra esta Reforma en un solo “instrumento normativo” incluir a los más de 420 municipios de Sistemas Normativos Indígenas en Chiapas, Michoacán, Guerrero y Oaxaca?
Finalmente, la direccionalidad influida por la acción humana para controlar las palancas de decisión, el modelo de elección, los términos de financiamiento, el control de los tiempos de radio y televisión, las excepciones constitucionales para difundir propaganda gubernamental e incluso la propuesta de tener una legislación única en materia electoral las convierten en variables independientes, exógenas y explicativas que determinarán los resultados del propio sistema electoral. Por ello, esta reforma tiene una dirección muy definida en términos teóricos desde el diseño institucional que es la centralización y concentración de las reglas del juego con el propósito de transitar a un modelo de democracia mayoritaria, con un Ejecutivo robusto y centralizado, tendiente a una competencia de dos bloques y con un sistema electoral que minimiza la representatividad y apuesta por un modelo donde el “ganador se lleve todo”[v].
Autor:
Juan Pablo Morales García
Profesor- Investigador Facultad de Economía de la UABJO. Maestro en Administración y Políticas Públicas de la Universidad de Columbia en Nueva York. Magister en Investigación Social y Desarrollo de la Universidad de Concepción en Chile.
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Referencias bibliográficas
[i]Duverger, Maurice. 1951. Les partis politiques. Paris: Seuil / Los partidos políticos. México: Fondo de Cultura Económica, 1957. [ii]Lipset, Seymour M., and Stein Rokkan. 1967. Cleavage Structures, Party Systems, and Voter Alignments. New York: Free Press. / Estructuras de división, sistemas de partidos y alineamientos electorales, en Diez textos básicos de ciencia política. Barcelona: Ariel, 1992. [iii]Colomer, Josep M. 2017. Politometria-Diseño institucional para democracias duraderas, De Política, Revista de la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas, México, 2017 pp 31-49. [iv] Duverger, Maurice. 1972. Factors in a Two-Party and Multiparty System, in Party Politics and Pressure Groups. New York: Thomas Y. Crowell. [v]Morales García, Juan Pablo. 2019. La Desolación de lo Inimaginable. México, 1450 ediciones, UABJO.
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