Elecciones 2024: la definición del México del siglo XXI
A casi un cuarto de siglo de haber logrado por primera vez la alternancia en México, el país continúa en la transición a la democracia, con traspiés, retrocesos y, ahora, más polarizado. La salida del PRI, que gobernó por más de 70 años, solo fue el principio. Sin embargo, los cuatro sexenios siguientes no han bastado para hacer los ajustes estructurales que requiere el país y mucho menos para dejar atrás el modelo de partidos, el presidencialismo y los vicios de “la dictadura perfecta”, replicados ahora por el partido en turno.
Si bien la llegada de la izquierda al gobierno de la República representó en 2018 un hito basado en la voluntad del pueblo, a seis años de esa elección, el mismo pueblo, ya empoderado, podría dar un revés al nuevo partidazo y marcar un nuevo viraje histórico. Esto no es otra cosa que parte de ese largo proceso por el que han transitado las democracias en el mundo, cuando los votantes se convierten en ciudadanos y deciden su futuro, conscientes de que ningún partido ni personaje político tiene la solución a los problemas nacionales.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador, exacerbado en el discurso pero traicionado en los hechos, se convirtió en un momento histórico para el país, en el que los mexicanos arrebataron el control a los capitales y a los grupos de poder. Sin embargo, tampoco fue la panacea ni mucho menos un gobierno del pueblo; más bien, terminó convertido en un retorno al autoritarismo del que el país huía al finalizar el siglo XX.
Los logros, que sin duda los hubo, quedan ocultos detrás del debilitamiento de las instituciones, el ataque a la división de poderes, las megaobras inconclusas, la violencia al alza, el abandono a sectores vulnerables y la corrupción expuesta abiertamente y, aun así, negada desde ese discurso de calidad moral.
Las elecciones del próximo 2 de junio de 2024, que ya estamos esperando, serán sin duda la definición del México del siglo XXI. Ya sea que se trate de “un manotazo sobre la mesa” del electorado rumbo al fortalecimiento de la democracia o bien, la complacencia de un país que espera a que desde la presidencia se resuelvan los grandes problemas que enfrenta la nación. .
El dato
El presente proceso electoral es el más violento de los últimos años. De acuerdo con un seguimiento realizado por la organización Causa en Común, hasta la semana pasada se habían documentado 36 asesinatos de candidatos a cargos de elección popular, mientras que el Colegio de México daba cuenta de 30 casos, especialmente de aspirantes a presidentes municipales.
Según el Colmex, el estado de Guerrero encabezaba la lista con 6 homicidios, seguido de Chiapas con 5, Michoacán y Jalisco con 3 cada uno, Veracruz y Estado de México con 2, mientras que Puebla, Colima, Ciudad de México, Morelos, Tamaulipas, Oaxaca y Sinaloa con uno cada uno.
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