Crean vestidos de novia bordados por artesanas de Puebla
Actualizado: 9 dic 2019
La artista Claudia Toffano visibiliza el trabajo de las artesanas para preservar una tradición
Por Evangelina del Toro
México, 28 de noviembre (Notimex).— Con bordados inspirados en la naturaleza y realizados por artesanas mexicanas de diferentes comunidades del estado de Puebla, la exposición Xochimait “Manos que florecen” muestra los vestidos y velos de novia de la primera colección de Claudia Toffano.
La diseñadora explicó a Notimex que, a través de la adquisición de sus piezas, se apoyará a las artesanas con un pago justo y evitará que una tradición se pierda.
"Decidí diseñar vestidos de novia, porque creo que para la mayoría de las mujeres es el más importante de sus vidas y me parece muy significativo que tengan una historia detrás. Quiero darle la oportunidad a todas las nuevas mexicanas que puedan portar un vestido hecho 100 por ciento en su país", subrayó.
Toffano explicó que el primer contacto con el grupo de 17 mujeres artesanas de entre 20 y 40 años, provenientes de comunidades de la región de Cuetzalan, Puebla, fue a través de la asociación Saber para la Vida que lleva varios años trabajando con ellas, y comentó que las eligió por la calidad en sus trabajos, tras un año de procesos para crear un solo vestido con tela de seda.
—Estudié Diseño Textil y Moda en la Universidad Centro para trabajar con artesanas, esa fue mi idea desde el principio; para graduarme tuve que hacer una colección de tesis y trabajé con artesanas. De ahí surgió la idea de hacer vestidos de novia y jamás se me cruzó la idea de copiarlas, sino darles el valor que se merecen—, afirmó.
La artesana Martha Gómez Marcelino declaró, a su vez, que cada uno de los vestidos está inspirado en la Madre Tierra, por lo que cada flor que se plasmó en ellos tiene un significado importante.
Los diseños son un reflejo de sus tradiciones, como el ramo de flores con el que se agradece a familiares o compadres en eventos como bautizos o bodas, o las flores de las milpas que brindan el maíz del que vivimos.
Rosa Cortés Ramos añadió que bordaron los vestidos con “mucho cariño y amor. Nos organizamos y trabajamos de una manera equitativa. Trabajamos sobre una flor de un capulín, que es una planta que utilizamos para nuestro consumo en mermelada y vinos”.
En tanto, Clara Romero Vázquez mencionó que su trabajo fue bordar como si fueran las hojas de bambú, el cual es utilizado para artesanías, además de cercado de casas o incluso muebles.
Claudia Toffano comentó que tras la exposición, que estará en la Galería del Museo de Arte Popular (MAP) desde ayer 27 de noviembre y hasta el 9 de febrero de 2020, buscará a más comunidades en otros estados, así como contar con puntos de venta de la marca que lleva su nombre, tanto a nivel nacional como internacional.
Actualmente, sólo a través de citas se puede adquirir un vestido de novia, cuyo precio oscila entre 40 mil y 60 mil pesos, en el que se requieren, aproximadamente, 250 horas de bordado a mano.
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