Comerciantes de la Central de Abasto protestan en Puebla por inseguridad
El fin de semana fue asesinada una bodeguera durante un asalto
por Redacción
Puebla, Pue.- Este miércoles, comerciantes, bodegueros, taxistas, diableros y proveedores de la Central de Abasto de Puebla realizaron una manifestación masiva para exigir soluciones inmediatas a la creciente inseguridad en la zona.
Los manifestantes señalaron como responsables al presidente municipal, Pepe Chedraui, y al secretario de Seguridad Ciudadana, Fernando Rosales Solís, por la falta de estrategias efectivas para frenar los hechos delictivos.
La protesta surge tras un trágico episodio ocurrido el pasado fin de semana, en el que una bodeguera fue asesinada durante un asalto en la Central de Abasto, lo que ha intensificado el malestar entre los comerciantes y trabajadores del lugar.
Desde las primeras horas de la mañana, los manifestantes se congregaron en diversos puntos de la zona, avanzando en una marcha hacia el zócalo de la ciudad que abarcó desde la 11 Norte y el Boulevard Norte hasta la Vía Corta a Santa Ana, a la altura del Puente Elevado.
Entre sus demandas principales están la presencia de la Guardia Nacional, la construcción de una barda perimetral y vigilancia permanente por parte de los tres órdenes de gobierno.
SSP implementa operativo
Durante la movilización, Francisco Sánchez, secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, informó sobre la detención de dos individuos por robo a negocio y la recuperación de dos vehículos con reporte de robo.
Estas acciones se realizaron como parte de un operativo coordinado en la Central de Abasto, el cual, aseguró, continuará de manera aleatoria en los próximos días.
Los manifestantes, sin embargo, consideran insuficientes estas acciones y recalcan la urgencia de una estrategia integral que garantice la seguridad de quienes laboran y transitan diariamente por la zona.
La Central de Abasto de Puebla es uno de los principales centros de distribución de alimentos en la región, y los constantes hechos delictivos amenazan no solo la seguridad de quienes trabajan ahí, sino también la estabilidad económica de miles de familias que dependen de esta actividad.