Combatir a los beneficiarios del caos
- Quinceminutos.MX
- hace 1 día
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Algunos se hacen llamar “empresarios”, otros se creen decentes porque roban con cuello blanco y usan corbatas; algunos son abiertamente pandillas agrupadas en “organizaciones sociales”; otros más están a la caza de los problemas de la gente, o son creadores de éstos, para luego aparecer como “solucionadores”; hay quienes buscan permanentemente la transa, el abuso y la ventaja perversa, como modus operandi; y unos sin escrúpulos, literalmente, matan y asesinan para conseguir -todos igual- y saciar sus intereses, conservar privilegios mal habidos y enriquecerse brutalmente. Son los beneficiarios del caos, a los que está combatiendo la administración de Alejandro Armenta.
No se equivoca el mandatario poblano cuando afirma que hay muchas resistencias, muchos intereses involucrados y muchos personajes oscuros acechando Puebla, y por eso su administración, que comenzó el 14 de diciembre de 2024, ha venido a poner orden.
El caos que existía en Puebla no es un invento ni un tema de apreciación subjetiva, sino una realidad, prácticamente tangible.
Desde antes de la llegada del morenovallismo, en el año 2011, ya había señalado vicios y conflictos en la entidad.
Con el estilo fascista de gobernar de Rafael Moreno Valle Rosas, se acentuó la violación sistemática a los derechos humanos, la justicia social fue inexistente y privó un modelo de negocios con el que los funcionarios se enriquecieron y se convirtieron en perversos custodios de la riqueza, muchas veces, mala habida de una oligarquía estatal, con tal de apuntalar las aspiraciones presidenciales del hoy fallecido personaje.
Luego vino la oscura etapa de la minigubernatura, que luego se concatenó con una etapa de gobernadores interinos y sustitutos, hasta que pudo resarcirse el fraude de 2018, con la elección extraordinaria de 2019 y la llegada del primer gobierno de la cuarta transformación al Estado.
Sin embargo, nuevamente se generó inestabilidad tras la muerte de Luis Miguel Barbosa Huerta.
Todos esos vacíos, ausencias y episodios de ingobernabilidad fueron el caldo de cultivo para un caos descomunal.
Muchos personajes, lo mismo supuestos empresarios que abiertos delincuentes, se aprovecharon del caos para sentar sus reales y acumular riquezas.
Y efectivamente, la llegada de Alejandro Armenta, con el mayor bono democrático en la historia de una elección de la gubernatura, ha venido a enfrentar y a combatir a los beneficiarios de ese caos.
En su gira del fin de semana, el gobernador poblano se refirió a este tema y puso ejemplos de cómo se está poniendo orden, y cómo eso no gusta a los beneficiarios del alboroto.
En 120 días del actual gobierno, se han recuperado más autos robados que en todo el año pasado y muchos más que en otras etapas, si es que se pone en retrospectiva.
En sintonía con la estrategia nacional de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se ha conseguido, en los mismos 120 días de la actual administración, la reducción en 45 por ciento del promedio de homicidios.
En otro logro vital en materia de seguridad pública, ahora Puebla lidera a nivel nacional el combate al huachicol, como se reconoció la semana pasada en la mesa de seguridad que encabezó el secretario federal Omar García Harfuch.
En el caos hay canibalismo, hurto, robo, los pecados impronunciables se ejercen todos, y siempre el abusivo quiere hacer de honesto su presa.
Armenta sabe bien quiénes son los beneficiarios del caos.
El caos se acaba aquí.
Cuenta de X: @Alvaro_Rmz_V
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