¿Qué hay detrás del auge turístico?
Actualizado: 14 jul 2021
Estabilidad: pieza clave
Cuando se habla de que hemos llegado a cifras récord en turismo, es preciso tomar en cuenta la totalidad de los factores que explican el fenómeno.
El desarrollo que ha tenido la industria nacional no es fruto de un solo factor. Los visitantes foráneos son un motor indiscutible, pero también hay que considerar a los viajeros nacionales, que suponen un 80% de lo que gastan los turistas en el país.
Hoy vivimos récords históricos y el turismo aporta un 8.7% al PIB, generando 10 millones de empleos, pero en realidad ha venido creciendo desde hace muchos años, especialmente después de la crisis de 2008-2009. Se han venido consolidando muchas medidas que el sector ha trabajado junto con el gobierno federal y los estatales. La masa salarial ha crecido también a cifras récord. El ingreso por salarios ha visto alzas y ha experimentado una estabilidad que no se veía en otras épocas. Hemos transitado de una economía basada en la exportación de petróleo a una de exportación de manufacturas. La estabilidad económica que hemos experimentado a lo largo de más de dos décadas es la pieza clave.
El impulso del mercado interno
El PIB total de la industria turística resulta de la conjunción del mercado interno y el externo; en ambos rubros hemos roto récords. Asimismo, nos hemos convertido en la séptima potencia turística en términos de visitantes, lo cual es muy alentador. Esos visitantes principalmente están concentrados en plazas como Cancún y la Ciudad de México, que tiene una interesante mezcla de placer y negocios.
La gran oportunidad es captar ese turismo para que conozca la otra parte, la que no es sol y playa, sino los componentes cultural, arquitectónico, histórico y gastronómico: toda la riqueza que tiene nuestro país.
Por otro lado, no hay potencia turística que no tenga un relevante mercado interno. En México esto ha avanzado mucho. Dentro de este componente de turismo nacional, está el porcentaje de los viajes de negocios, que es el más grande, aproximadamente un 70% contra un 30% del turismo de placer (aquí se advierte una gran oportunidad para expandir los viajes de placer entre nuestros connacionales).
Sabiendo que es el turismo interno el que mueve a nuestra industria, debemos preguntarnos cuáles son los elementos que hacen que esto suceda. Y la respuesta es una vez más la estabilidad y el crecimiento del PIB. La gente se desplaza por el país por una necesidad de trabajo, para supervisar la construcción de una planta o cerrar ventas. En el otro polo, la gente viaja porque quiere disfrutar de unas vacaciones, y lo que une a estas dos actividades es la expansión de la economía.
Momentos de decisión
Hoy tenemos un 3.8% de desocupación, que es casi pleno empleo, y eso, una vez más, no se debe atribuir a un sexenio, sino a un conjunto de medidas que se van sumando. Tenemos unas finanzas públicas aceptablemente sanas, mayor injerencia del sector privado, que se maneja por la competencia y por las mejores prácticas internacionales.
La oportunidad que vemos es que las condiciones económicas sigan caminando en el sentido en el que lo han hecho durante las últimas décadas. Es un factor que se debe tomar en cuenta por los actores que lleguen al gobierno después de las elecciones: aprovechar las medidas que nos han traído ese dinamismo.
Oportunidades
Las oportunidades son muchas. Si podemos tener otros seis o doce años de estabilidad, México tiene verdaderas posibilidades de acercarse a ser un país desarrollado. Imaginemos crecer a esos cuatro puntos que tanto anhelamos, que lleguemos a la eficiencia como país, a una alta productividad, a promover realmente la educación y a la reforma al aparato de justicia, para que finalmente quienes infrinjan la ley paguen por ello. Con esto, la meta de llegar a subir en unos años un par de escalones más entre las grandes potencias turísticas del mundo, es completamente alcanzable.
En Hoteles City Express hemos sido testigos de cómo el crecimiento económico hace florecer al mercado interno. Nuestra cadena es un producto de la estabilidad de, al menos, 20 años. Gracias a esto, nuestros ingresos han crecido 25% anual compuesto, y hoy estamos en 30 estados de la república y en tres países de Latinoamérica. Tenemos 136 hoteles y esperamos cerrar este año con 155.
Esto es lo que se logra cuando hay negocios, cuando hay inversión en plantas y equipo, y por la vía del consumo. Por ello, no exageramos al decir que la expansión que ha observado una cadena como City Express, que va de la mano con el crecimiento económico, es reflejo de lo que pasa en todo el país.
México ha cambiado a lo largo de dos generaciones y, aunque falta mucho por hacer, es indudable que se han hecho muchas cosas que van en la dirección correcta. El modelo económico es evidentemente perfectible, pero no debemos perder de vista las cosas positivas que se han logrado.
Todo esto puede verse amenazado por factores externos e internos. Sobre los primeros no tenemos control, pero sí podemos hacer todo para que en lo interno las cosas sigan marchando por el camino que ha hecho posible esta transformación.