Damnificados por el huachicol
Damnificados por el combate al huachicol han quedado los presidentes municipales del Triángulo Rojo luego de que autoridades federales emprendieron investigaciones en contra de algunos de ellos y logrado la encarcelación de personajes como Pablo Morales Ugalde, de Palmar de Bravo y José Isaías Velázquez Reyes, de Atzitzintla.
La lista compuesta por una docena de alcaldes en funciones, preocupa a más de uno, que ante el fin de sus periodos de gobierno empiezan a poner sus “barbas a remojar” y buscan el cobijo de algún fuero o bien, protegerse ante irregularidades que han sido encontradas en sus cuentas públicas.
Los más activos en este sentido son Inés Saturnino López Ponce, de Tecamachalco, quien jura que será candidato al Senado de la República, pese a la fama que se ha creado de misógino y autoritario.
Otro es José Sánchez Cruz, de Amozoc, quien parece que se lanzará en busca de una diputación federal y para ello ha emprendido un cierre fuerte de su administración, aunque él mismo asegura que nunca ha sido requerido por ninguna autoridad.
A la lista se suma, Néstor Camarillo, munícipe de Quecholac, esa tierra donde opera El Toñín y El Bukanas, misma que se hizo famosa por ser el escenario de la batalla de soldados y huachicoleros que dejó seis civiles y cuatro militares muertos.
El asunto con Camarillo es el más complicado de todos, hasta ahora, debido a un abultado expediente en la Procuraduría General de la República (PGR), motivo por el cual ha sido citado varias ocasiones a declarar.
Políticos de la región nos cuentan que dese hace varios meses el edil emprendió una campaña velada en busca de la candidatura a una diputación federal, pero no por su región, sino por el Distrito 14 con cabecera en Acatlán de Osorio. Pero además, que para ello ya cuenta con el respaldo de Antorcha Campesina y que su relación con el dirigente estatal, Juan Manuel Celis es muy sólida y fraterna.
Y es que –aseguran- ante la evidencia de que no puede ganar en la demarcación que le corresponde, con cabecera en Ajalpan, ahora anda detrás de la Mixteca, que es en teoría un distrito priísta.
Allí, Néstor Camarillo tampoco la tiene sencilla, pues disputa en esa demarcación la candidatura a la diputada local Maritza Marín Marcelo, quien también anda desatada y al filo de la ilegalidad, promocionándose desde su cargo como presidenta de la Confederación Nacional Campesina (CNC) estatal y con el cobijo de la diputación local.
Al final de cuentas, el tema de fondo parece no estar centrada en el electorado, sino en cómo puede ser utilizado el electorado en el 2018.
Twitter @mecinas