Vistazo al Triángulo Rojo
La cultura del “huachicol” tiene cada vez mayor presencia en Puebla, se trata de una actividad en la que se han involucrado tanto ex policías como integrantes de prominentes familias de diferentes puntos del estado, al grado de que las propias autoridades municipales prefieren evitar el tema con tal de no “hablar de más”.
El niño huachicolero, los corrales de almacenamiento de hidrocarburo, los “pocitos” dentro de viviendas particulares, las bodegas improvisadas, las trocas al estilo narco, los autos de lujo y los excesos no son un mito, todos estos se pueden encontrar prácticamente en cualquier comunidad del llamado “Triángulo Rojo” o “Franja del Huachicol”.
Basta realizar un recorrido por las carreteras federales que atraviesan la zona centro de Puebla, para confirmar la existencia de una pujante economía que contrasta con el abandono de campos que hasta hace unos años eran utilizados para cultivar hortalizas y verduras.
En vez de riegos y aspersores, hoy se observan camionetas cerradas y tractocamiones estacionados a orilla de carretera, en aparente calma. Donde antes había lugareños que ofrecían productos de la región, ahora hay lugares vacíos o construcciones estilo americano.
Las comunidades, antes bulliciosas, que tenían una intensa actividad comercial por la venta de legumbres y tránsito frecuente de camiones cargados con productos del campo, parecen haberse silenciado de pronto en una extraña quietud, como esperando a que pase algo, lo que sea, pero algo.
Allí donde vecinos podían dar indicaciones para encontrar un sitio a una persona, ahora se encuentran sujetos reservados que sueltan miradas largas como queriendo indagar más allá de lo que parece ser.
Pero eso no es todo, sobreviven también las comunidades que no han perdido su calidez y su sencillez, hombres y mujeres recias que aprendieron a convivir con una nueva fuente de ingresos que las envuelve y las deja libres como queriendo esconderse detrás de ellas.
En ese territorio, lleno de caminos sinuosos y de senderos terregosos que rodean cerros, no solo se observan luces nocturnas que suben y bajan, también se encuentran pequeños ranchos y núcleos agrícolas que dan testimonio del por qué Puebla es uno de estados más pobres del país…
Twitter @mecinas