Los que se fueron… y volverán
Con preocupación, familias de migrantes esperan conocer las medidas que implementará el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, tras su llegada a la Casa Blanca con una nueva-vieja política de “América para los americanos”.
Tras el anuncio de la construcción del muro fronterizo y la deportación masiva de indocumentados, los connacionales radicados en la Unión Americana temen que el endurecimiento de las políticas terminen por expulsarlos del país. Otros, confían que podrán mantenerse trabajando, siempre y cuando "se porten bien".
Para Antonio y su primo Abel, la idea de irse a los Estados Unidos siempre fue la única alternativa para salir adelante, en vez de continuar su vida al igual que la de su padre y su abuelo, en Rancho Ramírez, enclavado en la Mixteca, dónde lo único que podían producir era maíz, frijol, calabaza y a veces leche.
Sus padres los mandaron a estudiar la secundaria y les metieron en la cabeza la idea de que terminando debían emprender el viaje y emigrar “al norte”, donde uno de sus tíos y dos de sus primos se encontraban trabajando desde 10 años antes.
Así, con 15 años cumplidos y escasos 10 mil pesos, producto de la venta de ganado, Antonio y Abel partieron hacia los Estados Unidos, llevados por su tío, quien vino a recogernos durante la fiesta del pueblo.
Sin muchos problemas, llegaron a Tijuana y de allí, un pollero los atravesó hacían de San Diego, donde estuvieron en un albergue y posteriormente fueron dejados en los suburbios de Los Ángeles…
Dos años después, Antonio se compró un auto de uso allá en Los Ángeles y Abel inició la construcción de su casa con las remesas que enviaba a sus padres. Desde entonces, los dos han regresado a casa únicamente tres ocasiones en los últimos 15 años para quedarse por espacio de dos o tres meses y volverse a ir porque aquí dicen, no hay dinero.
Hoy, parece que la vida los traerá de regreso…
El Dato
Al igual que Antonio y Abel, se calcula que alrededor de 500 mil mexicanos emigraron hacia los Estados Unidos entre la década de 1990 y hasta el 2010 aún siendo menores de edad, los cuales fueron beneficiados en la segunda mitad del gobierno de Barak Obama con las acciones ejecutivas en materia de migración, sin embargo, hoy enfrentan incertidumbre sobre su estancia o posible deportación por formar parte de las estadísticas de inmigrantes identificados con nombre y lugar de residencia.
Twitter @mecinas