Una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños ha sufrido abuso sexual
Los más vulnerables son los que viven en situación de calle
Ciudad de México.- Una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños han sufrido abuso sexual en México y quienes están en situación de calle son más vulnerables ante los agresores, así se desprende del informe más reciente publicado por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) del Gobierno de la República.
Al respecto la diputada Norma Edith Martínez Guzmán, presidenta de la Comisión Especial de prevención y erradicación de la pornografía y abuso sexual infantil de la Cámara de Diputados, confirmó además que, cuando los niños se acercan a los albergues para salir de su situación, muchas veces son maltratados y atropellados en sus derechos y vuelven a la calle.
Recordó que la causa de que los menores estén en la calle es la de una situación familiar compleja, tremenda, donde el abuso sexual es parte de una historia que es más amplia, ya que hay maltrato y todo tipo de violencia; en ocasiones, los utilizan para cometer delitos y ello propicia que estos niños pierdan la esperanza.
La legisladora señaló que hay personas que consideran que si no hay violación sexual “no pasó nada”, y consideró que exponer a los niños a la pornografía y obligarlos a tocar a un individuo, aunque no los toquen a ellos, son formas de abuso no concientizadas.
“Ahora tenemos bebés que están siendo víctimas de excesos, pero las estadísticas sostienen que los cinco años es la edad más frecuente en la que se sufren abusos. Estamos hablando de pequeños que no han conocido un poco la vida y ya han sido lastimados profundamente”, expresó.
“La gama es amplísima. Los niños, en algún momento, acceden voluntariamente no al abuso, sino a la consecuencia que vislumbran positiva como es la comida, porque están en una encrucijada”, agregó.
México en primeros lugares de maltrato infantil
Martínez Guzmán enfatizó que la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes trata de responder a esta situación, pero no es suficiente. Es necesario que se revisen los mecanismos de adopción para que los infantes sean integrados a un hogar, ya que si bien es cierto que este ordenamiento contempla a las familias de acogida, esta figura no se lleva a la práctica.
“Es momento -dijo- de afrontar esta realidad y trabajar para que México ya no esté en los primeros lugares de abuso infantil, y por qué no, llegar a convertirnos en ejemplo de su combate”.
Resaltó que la comisión especial propuso modificaciones a la Ley General de Educación, al Código Penal Federal y demás ordenamientos, a fin de brindar una respuesta desde las escuelas, y las procuradurías, en materia de impartición de justicia, y seguir protocolos claros.
Esto será resultado del trabajo en equipo de los diferentes legisladores, “pero me queda claro que todos tenemos un interés muy genuino y personal en que el tema avance y garanticemos el interés superior de la niñez”, manifestó.
Precisó que el primer paso es hacer conciencia pública de lo que implica el abuso, de la no responsabilidad de la víctima y de los canales para hacer una denuncia. “La gente no sabe a dónde dirigirse y tienen miedo del proceso”.
“Debemos explicar a nivel público que el abuso infantil no es correcto y que es un delito, Hay poblaciones que llegan a verlo normal, porque se presenta dentro de las familias”, sostuvo.
¿Cómo fortalecer la prevención?
Hay que definir qué es el abuso sexual, la gama de situaciones que se pueden incluir, pues el hecho de que les tomen fotos, puede ser un acto de pornografía, pero que no necesariamente se ligue al abuso sexual, explicó.
Refirió que, generalmente, en los casos de abuso, la víctima se siente culpable, responsable de lo que ha pasado. “Esa es una de las cosas en las que tenemos que trabajar, un menor o un adolescente que es vulnerado no es responsable del delito”.
Por parte de las autoridades, es necesario capacitar y generar una respuesta rápida que implique justicia y protección a los infantes más vulnerables, los que están en situación de calle o en los albergues públicos o privados.
“Tenemos que hacer saber a las víctimas que la autoridad no está ahí para golpearlos más de lo que la vida lo ha hecho, sino para buscar una solución digna; para ello, es fundamental generar espacios amigables para que los niños puedan acercarse a un lugar donde se sientan protegidos”, planteó.
Añadió que un punto fundamental es dar respuesta a las denuncias de abusos a menores de cinco años, porque a este grupo de menores no se le puede hacer un peritaje psicológico; por ello, estimó, se requiere implementar una estrategia para ver cómo atenderlo.
Otro aspecto es fortalecer y brindar mayores herramientas a la policía cibernética, para que logren abatir la pornografía infantil en la red, expuso.
En materia educativa, continuó, se tendrán que diseñar protocolos para que los profesores que identifican situaciones de abusos sepan qué hacer y a dónde canalizar a los menores.
“Este elemento es importante, ya que los profesores tienen miedo de involucrase en asuntos legales y otros actúan intempestivamente y hacen que el agresor retire al niño de la escuela, con lo que el infante sigue siendo víctima”.