Mujeres, principales víctimas de violencia intrafamiliar
El 55. 9% asegura que la violencia familiar es “muy común” en México
La última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) revela que un tercio de las mujeres unidas o casadas ha sufrido algún tipo de violencia intrafamiliar, y en la mayoría de los casos, la pareja de la víctima es el agresor.
Estas cifras indican que por lo menos, nueve millones de hombres ejercen violencia física contra sus parejas, esposas y compañeras de vida, aseguró Marcela Eternod Arámburu, secretaria Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
La violencia contra mujeres y niñas es un “problema mayúsculo” en México y en este organismo del gobierno federal es una de las principales preocupaciones para la agenda de género nacional, subrayó en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Incluso, indicó, el panorama es poco alentador al saber que seis de cada 10 féminas de 15 años y más, han experimentado un acto de este tipo. “La situación es realmente preocupante porque pareciera que en México está naturalizada la violencia hacia esta población”, insistió.
La funcionaria explicó a Notimex que los casos de violencia verbal, física, emocional, sexual, económica y patrimonial ocurren con mayor frecuencia al interior del hogar, toda vez que el varón considera aún que es superior a la mujer.
Este sistema de relaciones obedece a pautas arcaicas y patriarcales, por lo cual existen altos índices de impunidad. “La violencia termina siendo muda porque él asegura que nada le pasará, pues es el jefe de familia y tiene el derecho de ordenar”, argumentó.
El 75.2 por ciento de los mexicanos considera que las personas víctimas de violencia familiar “no demandan” a su agresor, según una encuesta telefónica realizada por Gabinete y Comunicación Estratégica (GCE) a 600 personas de todo el país.
En tanto que 68.5 de los encuestados cree que la principal razón de no demandar es por “miedo o inseguridad” y 55. 9 por ciento asegura que la violencia familiar es “muy común” en México.
La Endireh indica a su vez que 7.3 por ciento de las mujeres de 15 años y más fueron víctimas de violencia sexual por su pareja, una cifra que disminuyó dos puntos porcentuales respecto a 2006.
“La violación dentro del matrimonio es inadmisible, sin embargo, la mayoría de los hombres dicen tener derecho de tener relaciones sexuales con su mujer cuándo y cómo quieran”, lamentó Eternod Arámburu.
Respecto a la violencia económica en el hogar, refirió que una de cada cinco féminas padece este problema porque se le niega el dinero suficiente para satisfacer sus necesidades elementales, como comer, vestir, asistencia médica, tener actividades recreativas y una vivienda digna.
La secretaria Ejecutiva del Inmujeres afirmó que las agresiones dentro del seno familiar requieren de la implementación de otro tipo de políticas pública.
Aclaró que se trata solo de una estimación porque el costo está relacionado con cuántas veces una mujer maltratada acude al médico y deja de asistir al trabajo por la visibilidad de las agresiones físicas o como consecuencia de un aborto involuntario, por ejemplo.
También implica gastos en la construcción de la igualdad, el respeto, la armonización y el reconocimiento de derechos mutuos entre hombres y mujeres. “Son costos que no podemos estimar en pesos y centavos”, reiteró.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que es una pandemia que afecta de manera importante la salud de las mujeres y eleva los costos de los servicios de salud entre 10 y 12 por ciento en todo el mundo.
Eternod Arámburu consideró que la violencia contra este grupo población es hoy en día más visible en México porque se cuenta con mayores instrumentos de medición, pero todavía se desconoce si ha aumentado.
“Lo cierto es que se trata de un problema estructural que persiste por razón de género y para erradicarlo es indispensable una conciencia individual y colectiva, en donde se reconozca las capacidades, talentos, emociones y virtudes de las mujeres”, enfatizó.
Se necesita también que los hombres se reeduquen y las mujeres aprendan a identificar la violencia, desde una pequeña agresión verbal hasta una situación crítica, para hacer lo pertinente ante las autoridades.
Agregó que la prevención es el componente más importante. “La prevención empieza en la casa y las escuelas, pues es aquí donde se obtiene la información y herramientas para distinguir la violencia”.