A medias, el tren turístico
A marchas forzadas, trabajadores de la construcción realizan el acondicionamiento para el tren turístico Puebla-Cholula, el cual debería quedar concluido en menos de un mes para su tan esperada inauguración.
De acuerdo con el personal que labora en la estación junto a la gran pirámide, tenían indicaciones de que el proyecto debería ser entregado para su puesta en macha el 20 de noviembre, sin embargo, hace unos días les avisaron que la fecha se postergó, sin que hasta el momento les hayan dicho para cuándo será finalizada esta etapa.
Los trabajadores también confiaron que debido al retraso que llevan, la obra podría quedar hasta finales de año y posteriormente se trasladarían a las terminales de Momoxpan, La Unión y el Mercado Hidalgo, las cuales serían intervenidas hasta principios del 2017.
Si bien el aparato fue arrancado el lunes para sus primeras pruebas y se mantuvo encendido durante largas horas, lo único que presenta mayores avances son las terminales de inicio y fin, pero incluso éstas se encuentran sin las condiciones necesarias.
Entre los principales retrasos se observan las obras de acondicionamiento, detalles y señalética, incluidos andadores y zonas seguras para los peatones que circulan en las vialidades alternas, ya que únicamente la atención se ha centrado en la instalación de la infraestructura ferroviaria.
Tampoco los automovilistas saben de las disposiciones que serán implementadas una vez que arranquen las operaciones del transporte, aunque suponen funcionará igual que el metrobús de la ciudad de Puebla.
La obra ha levantado importantes expectativas para los habitantes cholultecas, ante la posibilidad de utilizarlo como medio de transporte, tal como lo ha prometido el gobierno del estado, sin embargo, esto dependería –afirman- del costo del pasaje y del tiempo de traslado.
Quienes todavía no han sido informados oficialmente del impacto que representará la puesta en marcha del nuevo tren, son los comerciantes que serán retirados de la colonia Lázaro Cárdenas, del lado de San Andrés, puesto que ya no podrán instalarse tal como lo hacían tradicionalmente los domingos a un costado de la antigua vía.
Lo que tampoco ha sido definido es en manos de quién quedará la operación del tren que ha sido valuado en casi 800 millones de pesos -estos sí de origen público-. Tema que sin duda, será definitivo para el éxito o fracaso del proyecto turístico.
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