La versión oficial del asesinato de Aurelio Campos
Problemas personales serían los motivos del asesinato de Aurelio Cabrera Campos, director del semanario El Gráfico de la Sierra, concluyó la Fiscalía General del Estado de Puebla, luego de las diligencias realizadas en torno al caso.
La principal línea de investigación está fundamentada en lo que el propio finado habría informado al elemento de la Policía Federal que lo auxilió en el lugar de los hechos. Indicando nombre de su agresor y hasta el vehículo en el que huyó.
Sin mencionar el nombre del agresor, la Fiscalía explicó mediante un comunicado de prensa lo relativo a la orden de aprehensión en contra de Pedro Garrido, director de la Voz de la Sierra, de quien el lunes pasado fue cateado su domicilio en el municipio de Huauchinango
La versión oficial destaca que “la Fiscalía General del Estado identificó al homicida y obtuvo elementos probatorios en su contra para judicializar la carpeta de investigación y obtener del Juez de Control la orden de aprehensión que está vigente en contra del probable responsable”.
No obstante, la investigación sigue abierta, en tanto que el proceso fue judicializado de acuerdo con lo que establece el nuevo modelo de justicia implementado en México.
De confirmarse la versión brindada por la FGE, estaríamos frente al esclarecimiento del asesinato de un periodista, el primero –si no me equivoco- desde el homicidio de Héctor “El Gato” Félix Miranda, fundador del semanario Zeta de Tijuana, ocurrido un 20 de abril del año 1988.
En el caso de Héctor Félix, fueron encarcelados Victoriano Medina y Antonio Vera Palestina, escoltas del empresario Jorge Hank Rhon, quien a pesar de ser señalado como presunto autor intelectual, las investigaciones nunca lo llevaron a juicio.
Vale la pena indagar, si en el caso de Aurelio Campos a quien señalan como responsable de la agresión es el mismo autor intelectual y material o hay más personajes involucrados. También es menester esperar una declaración del acusado para conocer su versión de los hechos.
Sin dar por cierta ninguna versión, hasta que las investigaciones judiciales concluyan. Desde este espacio mantenemos firme la exigencia de que las pesquisas lleguen hasta sus últimas consecuencias.
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