A Puebla le llueve sobre mojado
En medio de la tragedia por los 37 muertos que ha dejado oficialmente la tormenta tropical Earl en el estado de Puebla, la ciudad capital enfrentó el martes una de las inundaciones más fuertes que se han registrado en lo que va del año.
No es la primera vez que los capitalinos tienen que enfrentar un fenómeno de esta naturaleza, ni la primera vez que las autoridades estatales y municipales tienen que responsabilizar a la comunidad por arrojar basura al drenaje.
El tema no es para hacerlo menos. De acuerdo con el reporte de protección Civil Municipal, la lluvia que cayó en la ciudad durante aproximadamente dos horas fue calculada en 61 mm provocando el incremento del agua en el río Atoyac y por ende, riesgo de desbordamiento en diferentes puntos.
La cantidad de lluvia recibida en la zona metropolitana fue apenas una cuarta parte de lo que cayó en la sierra norte de Puebla la tarde del sábado pasado. Con todo, las vialidades de la zona poniente y sur de la Angelópolis enfrentaron serias afectaciones ante la insuficiencia de la red de drenaje.
Lo que la naturaleza deja al descubierto es que las grandes obras viales que se han realizado en el sexenio carecen de previsión ante las lluvias torrenciales que se registran en la zona centro del estado y que a pesar de ello, continúan desarrollándose bajo la misma falta de lógica.
La crisis debería ser una de las principales preocupaciones del ayuntamiento y de la administración estatal, no sólo por las pérdidas económicas que implica la falta de planeación adecuada, sino por el tema de movilidad que cada vez es más apremiante en esta, la cuarta ciudad más poblada del país.
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