Tres alcaldes asesinados en menos de 15 días en México
La violencia se ha presentado en los estados de Chiapas, Guerrero y Puebla
En menos de 15 días, se han registrado en México tres asesinatos de presidentes municipales. El más reciente es el de José Santamaría Zavala, de Huehuetlán El Grande, Puebla, quien fue ultimado en los primeros minutos del martes 2 de agosto cuando se dirigía a su domicilio.
La Fiscalía General del Estado de Puebla informó que el móvil del crimen habría sido un intento para robar la nómina del Ayuntameinto, sin embargo, ésta había sido ya entregada a los trabajadores.
El organismo reveló que el munícipe viajaba en compañía de una persona, cuando se toparon con piedras colocadas sobre la carretera, a la altura del kilómetro 10 en el paraje conocido como “Tonale”, por lo cual detuvieron la marcha.
En el sitio, hombres armados obligaron al edil a bajar de camioneta Toyota Rav4 con placas UAL9370, de su propiedad y en virtud de que no llevaba dinero, lo ejecutaron en el acto.
De acuerdo con la Carpeta de Investigación 226/2016/Tepexi, tanto la víctima como la unidad, presentaban impactos de arma corta calibre 9mm.
Las primeras indagatorias incluyen datos de prueba y el testimonio de la persona que acompañaba al edil, misma que recibirá apoyo y protección de las autoridades.
De manera extraoficial se sabe que Santamaría Zavala ya había sido víctima de la delincuencia el año pasado, cuando un grupo de hombres lo habrían saltado en su propio domicilio, de donde se presume habrían robado un millón de pesos.
Los otros dos ejecutados
El primero ocurrido en el municipio de San Juan Chamula, en el estado de Chiapas, al amanecer del pasado 23 de julio, luego de que el munícipe, Domingo López, se negó a otorgar 100 millones de pesos para obras y apoyos a comunidades. Junto a él fueron ultimados también tres funcionarios municipales y un ciudadano.
A la lista se suma la ejecución de Ambrosio Soto Duarte, de Pungarabato, Guerrero, quien fue ejecutado la noche de ese mismo sábado, en inmediaciones del estado de Michoacán cuando regresaba luego de cerrar una refaccionaria que tenía en el municipio de Huetamo. En el sitio quedó muerto además el chofer de la unidad y un presunto agresor.
Soto Duarte había advertido al gobierno federal sobre la violencia registrada en su municipio, luego que fuera asesinado su primo Sebastián Soto -quien además fungía como su chofer- y él mismo recibiera amenazas de muerte por parte del crimen organizado por oponerse al "derecho de piso".